martes, 13 de julio de 2010

Tuve mundialitis y me gustó

Pensar que esperé tanto ese momento. Hubo inversión en equipos sofisticados como para ver cómodamente en casa al saber que no se viajaba. Revistas y datos especiales con tal de estar al día y llegar a punto en cuanto a información. Y ahora que me acuerdo, la saga completa de devedés de Clarín sobre todos los mundiales.

Así llegué con ansias a aquel esperado viernes 11 de junio (vacaciones mediante) a ver la copa del mundo, el mundial, el torneo más importante del fútbol o como quieras llamarlo. Parecía una encuestadora de ratings, viviendo el minuto a minuto de todos los partidos y sus posteriores análisis en todos los medios a los cuáles accedía.Había que asumirlo, me estaba enfermando. Tuve "mundialitis" gracias a la fiebre del fútbol.

Cuando me preguntaban amigos y especialmente amigas sobre dónde o cómo voy a ver los partidos de Paraguay, yo les contestaba que solo, sin amigos, sin testigos (cachaquero pero real). Y no era por una cuestión de nervios ni de ponerme en la piel de los jugadores o cosas así. Era simplemente porque además de hinchar por mi país quería analizarlo todo. Con gente no lo iba a lograr.

Esta enfermedad que me pasa cuatro años, aparte de fiebre, esta vez tuvo otros síntomas y antídotos para sobrellevar el mes. Sufría de ansiedad, algunas veces de nervios, otras de emoción (no voy a negar que lloré después de la definición con Japón). Me curaba con sonidos de vuvuzelas que hasta en mi barrio llegaron a sonar (y tengo testigos), con goles y por supuesto, con buena dosis de televisión. Viendo a gente que sufría y se curaba con lo mismo. Excelente.

Hace 10 días hice un" top 5" de las figuras del mundial (ver en mis posts de mi cuenta de twitter, @marceloburgosf) y no figuraba ningún jugador. Eso fue lo más llamativo y creo que ningún mundial anterior tuvo como gran característica. En esto coincidimos todos, creo. Ayer, La Nación de Argentina en una nota firmada por el gran Daniel Arcucci también se encargó de mencionar, aunque él si incluía jugadores. Lo mismo Infobae, hoy.

De repente y tratando de no querer despedirse, se fue este mundial. Si, el mismo de el pulpo Paul, de Larissa Riquelme, de las vuvuzelas, de los malos arbitrajes y del waka waka (ahi va de nuevo). Ah! y el de España campeón.

Sí, se fue. Pero, todavía tengo fiebre. Claro, está bajando (aunque no quiera). Así como pasa el tiempo, tan pero tan rápido, volverá el mundial del 2014. Y quien sabe que sorpresa nos esperará. Ahora bien, una linda enseñanza que me deja esto es que a veces esta bueno enfermarse de algo como... ¿Mundialitis?


Mientras leés lo que me pasó (y te pasó a vos), escuchá estos temas:

- Sander Kleinemberg - Work to do (De vuelta al trabajo, con mucho por hacer)

- Los Auténticos Decadentes - Siga el Baile, Siga el Baile (como los árbitros del mundial, "siga siga")

- La Cumbia del Loco Abreu - Versión en portugués (para que vean que no soy el único que me enfermé)

No hay comentarios:

Publicar un comentario